En relación a la actividad realizada en clase el lunes 1 de octubre: Interpretación sobre el "Libro Blanco de la Profesión Docente y su Entorno Escolar"
DECIMOCTAVA PROPUESTA:
"Todo cambio produce mecanismos de autodefensa, que hay que desarmar."
¿Hacia dónde quiero avanzar?
Ésta sería una primera opción que nos plantea el tema decimoctavo del libro. Se trata de un tema que estudia al docente como impulsor del individuo. En este tema entramos en una zona de estudio muy amplia, zona que es muy importante pues de ella viene una gran parte de la percepción social de los profesores.
El niño pasa mucho tiempo de su infancia y adolescencia en el colegio y este tiempo va a marcar y condicionar su carácter, su actitud, sus intereses y su futuro. Por este motivo es muy importante las decisiones que tome en esta etapa de su vida.
Teniendo esto en consideración, en la escuela, cada chico tiene una serie de personas que le van a transmitir una materia, una información, de esta manera todos tienen un mismo conocimiento cuando terminan la ESO. Pero, ¿es esta la imagen que se quiere tener de los profesores? ¿meros transmisores de información? ¿se debe entender la escuela como un mero trámite por el que es obligatorio pasar? o ¿la escuela tiene que empezar a ofrecer más aportes más que solamente información?
Según un proverbio africano "Para educar un niño hace falta la tribu entera". La significación de este proverbio es que ni los padres, ni los profesores ni los amigos, ni el entorno, sino todos a la vez, la sociedad es la que se encarga de enseñar a los alumnos. Y es una frase, según mi criterio, muy acertada.
El crecimiento de un niño viene ligada a su educación y un individuo va a sacar mayor provecho de los que estudia cuando muestra interés en ello. De esta manera, los padres, los amigos, el entorno y, sobre todo los profesores, nos encontramos en un juego en el que tenemos que sacar el mayor interés de los alumnos cuando intenten aprender algo. Nuestra labor es orientarles hacia lo que ellos son capaces de dar y hacer una labor de guías.
Según un proverbio africano "Para educar un niño hace falta la tribu entera". La significación de este proverbio es que ni los padres, ni los profesores ni los amigos, ni el entorno, sino todos a la vez, la sociedad es la que se encarga de enseñar a los alumnos. Y es una frase, según mi criterio, muy acertada.
El crecimiento de un niño viene ligada a su educación y un individuo va a sacar mayor provecho de los que estudia cuando muestra interés en ello. De esta manera, los padres, los amigos, el entorno y, sobre todo los profesores, nos encontramos en un juego en el que tenemos que sacar el mayor interés de los alumnos cuando intenten aprender algo. Nuestra labor es orientarles hacia lo que ellos son capaces de dar y hacer una labor de guías.
Breve anécdota:
Hace 3 años me puse al frente de un grupo de chicos para enfrentarnos a un concurso patrocinado por Telefónica sobre nuevas tecnologías, STEM. Una vez hecha la lluvia de ideas, llegamos a consenso de que lo que íbamos a desarrollar era una aplicación con fin de agilizar el trámite de compra en un supermercado. Para ello se subcontrató un profesor que ayudara a los chicos con el tema de programación porque yo no dominaba el tema.
Esta anécdota la cuento porque en la fase de lluvia de ideas, no se cerró ninguna puerta debido a los conocimientos que cada uno tenía sobre el tema, se dejó todo el abanico abierto y después se buscaron soluciones para aquellas cosas que nos eran desconocidas. "La tribu educa".
Dicho todo esto, los profesores serían, entre otros, de realizar la labor de orientación de las ideas de cada chico y una vez que se sepa el camino a seguir, o el fin a lograr, ya se buscarán los medios para ello, por lo tanto puedo terminar esta entrada completando la pregunta que he hecho al principio:
En el papel del profesor como orientador, ¿Tenemos claro hacia dónde queremos (referido a cada individuo en particular) avanzar?¿se potencia esa dirección de avance?
Hace 3 años me puse al frente de un grupo de chicos para enfrentarnos a un concurso patrocinado por Telefónica sobre nuevas tecnologías, STEM. Una vez hecha la lluvia de ideas, llegamos a consenso de que lo que íbamos a desarrollar era una aplicación con fin de agilizar el trámite de compra en un supermercado. Para ello se subcontrató un profesor que ayudara a los chicos con el tema de programación porque yo no dominaba el tema.
Esta anécdota la cuento porque en la fase de lluvia de ideas, no se cerró ninguna puerta debido a los conocimientos que cada uno tenía sobre el tema, se dejó todo el abanico abierto y después se buscaron soluciones para aquellas cosas que nos eran desconocidas. "La tribu educa".
Dicho todo esto, los profesores serían, entre otros, de realizar la labor de orientación de las ideas de cada chico y una vez que se sepa el camino a seguir, o el fin a lograr, ya se buscarán los medios para ello, por lo tanto puedo terminar esta entrada completando la pregunta que he hecho al principio:
En el papel del profesor como orientador, ¿Tenemos claro hacia dónde queremos (referido a cada individuo en particular) avanzar?¿se potencia esa dirección de avance?
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