En relación a la actividad realizada en clase el martes 2 de octubre: Organización de las competencias.
Por tanto, esta dualidad es una decisión que debemos tomar ¿apropiamos la enseñanza a nuestros hijos o la delegamos en manos públicas?
COMPETENCIA PARA APRENDER A APRENDER
Según la Comisión para la Educación de la Unión Europea, se define el término aprender a aprender como: Capacidad para proseguir y persistir y organizar el propio aprendizaje, lo que conlleva realizar un control eficaz del tiempo y la información, individual y grupalmente.
Este concepto tiene mucho que ver con la motivación de un alumno a realizar ciertas tareas. Se trata de una competencia en la que, en resumidas cuentas, se tiene que inculcar al alumno un sistema para que el aprendizaje se realice, a mayores de lo que ocurre en las aulas, de forma autónoma.
Hablar sobre este concepto es fácil, pero no es tan fácil aplicarlo en tanto que para el desarrollo de esta autonomía se tienen que dar ciertos aspectos que no son fáciles de controlar. Por ejemplo, para el desarrollo de esta actividad es necesario que el alumno sea consciente de sus propias capacidades y que dicho alumno se marque sus propios límites. Y este aspecto es muy difícil de desarrollar en el tipo de educación que se está dando actualmente. Con una educación grupal, al estilo clásico, dicha intencionalidad es casi una utopía.
Con dicho sistema podríamos conseguir unos individuos que, desde pequeños sean capaces de tomar decisiones, encauzar actividades y orientar situaciones. Un crecimiento muy favorecedor para la vida que va a desarrollar en su futuro; y no solo vida laboral sino también aspectos de la vida como el social, el afectivo, el familiar o el formal.
Asociando el tema en el contexto de la educación no escolar. Esta competencia es básica para este tipo de educación. Cuando te encuentras en un centro de escolarización, tienes a diferentes profesores que te vigilan las horas necesarias para la educación. En cambio, en tu propio domicilio, una persona no puede estar de "vigilante" todo el tiempo que los chicos tienen que estar estudiando por lo que una buena formación sobre constancia/motivación y un buen método de investigación, contrastación y búsqueda de información es, en mi opinión, uno de los pilares de este tipo de educación.
Por otra parte, analizando someramente la educación en casa, podemos deducir que es un sistema que tiene sus puntos a favor y sus puntos en contra en comparación con la educación pública. En los puntos a favor el más importante me parece la atención personalizada que recibe cada alumno. También podemos añadir los horarios flexibles, el aumento de currículo o el desarrollo propio, individual. En contra podemos mencionar la ausencia de relación con los compañeros, el gasto que debe realizar la familia en material educativo o la vinculación necesaria de una persona (instructor) con los conocimientos suficientes de todas las materias como orientador de los educandos.
En resumen, podemos decir que los educandos en casa tienen una educación mucho más personalizada que los de los centros colectivos, propiedad que es muy positiva en la educación. Por otro lado, se pierde el aspecto social y la experiencia que ganaría el chico relacionándose con sus compañeros de clase.
En un mundo ideal, podríamos decir que la utopía existiría en la combinación de los dos tipos de educación. Menos alumnos por profesor y una educación más basada en la orientación particular que en la transmisión y memorización de información.
Por tanto, esta dualidad es una decisión que debemos tomar ¿apropiamos la enseñanza a nuestros hijos o la delegamos en manos públicas?
Por último. Si reflexionamos, ¿no sería mejor, a nivel laboral, fomentar la educación particular? "Cuantos más alumnos requieran de educación particular...más docentes habrá que puedan ejercer su profesión!"
Comentarios
Publicar un comentario